Por fe y para fe
LA EXPRESIÓN "POR FE Y PARA FE"
En las traducciones de
la Biblia textual y la de Cantera Iglesias, la expresión cambia de “por fe y para fe” a “de fe a fe”. Lo cual me intrigó al principio, pero tienen sentido
las dos sin desmeritarse la una de la otra.
¿Porqué Pablo utiliza dos veces la palabra
fe? ¿Tendría en mente una continuidad de la fe después de la fe salvadora?
Si consideramos que la palabra dunamis
(poder) habla de una fuerza constante (dínamo) en el creyente, tiene sentido hablar
de una continuidad de y en la fe.
Entiendo el por y para da también una
comprensión de esto. Las preposiciones pueden indicar origen-procedencia-punto
de partida (por), destino-dirección (para), lugar, medio, motivo, etc.
Teniendo en cuenta estas definiciones, podemos entonces empezar a responder las
interrogantes hechas anteriormente.
¿Porqué Pablo utiliza dos veces la palabra
fe? Porque es la clave principal de la justificación. El hombre es justificado
en Cristo por la fe, la obra de la gracia de Dios que dona al pecador la
posibilidad de obedecer al llamado a salvación. Esta fe es el comienzo de
nuestra vida en Cristo (Rom.10:17) y la
que nos anima a seguir adelante en fe
o fidelidad el resto de nuestras vidas. Ahí tenemos la razón de por qué las dos
veces la palabra fe, están escritas.
Y conectando con lo que venimos diciendo
anteriormente, la segunda pregunta se hace notar: ¿Tendría en mente una
continuidad de la fe después de la fe salvadora? El apóstol Pablo agrega al
final del versículo 17 la clave para entender esto. Citando a Habacuc 2:4 dice
“Mas el justo por la fe vivirá”, donde a primera vista, el autor se refiere
a la fidelidad (fe) del justo que es la base de su expectativa de la venida del
Salvador, Pablo amplia la justificación por la fe a para fe.
Pablo retoma este mismo versículo en Gálatas
3:11, haciendo el contraste en decir que es por fe y por las obras de la ley
que la salvación viene; el autor a los Hebreos lo utiliza en el 10:38 mostrando
que la persona que ha sido justificada por Dios vive por fe.
Podríamos aún llegar a decir, porque el verbo
vivir está en futuro, que la fe que justifica es la fe que nos empuja a vivir
en fe, o sea, en esa esperanza en la cual fuimos salvos, es la esperanza que
nos mantiene puestos los ojos en Jesús
para correr esta vida en fe, dejando a un
lado lo que queda atrás y extendiéndome hacia lo que está adelante.
Otras evidencias de esto
es ver lo que otro autor bíblico dice y comprende con respecto a la fe.
Santiago (2:14-26) nos hace entender que la fe es una parte importante en
nuestro andar diario. Y ella intensifica nuestra realidad de vida en Cristo y
expone hacia los de afuera lo que realmente creemos. Santiago hace el contraste
entre la fe y las obras, y la importancia de ellas en nuestras vidas como
evidencia que somos hijos de Dios. Pablo, en Romanos, hace el contraste entre
fe y obras pero en referencia a la no necesidad de ellas para la justificación.
El autor a los Hebreos
nos deja una referencia muy grande con respecto a la fe que sigue a lo largo de
nuestras vidas, esa fe que nos anima a continuar a pesar de las circunstancias
adversas.
El capítulo 11 de Hebreos es conocido como el pasaje dónde los héroes
de la fe están como ejemplo de vida y de constancia en su caminar de vida. En
el verso 6 de este capítulo 11, el autor se detiene a proclamar una verdad “pero SIN fe es imposible agradar a Dios”, es muy acertado decir que es
imposible agradar a Dios sin fe, puesto que estamos muertos en nuestros delitos
y pecados, como es tan cierto decir que sin fe (fidelidad) es imposible agradar
a Dios, puesto que el dador de esa fe requiere obediencia en los dos casos.
Tengamos en cuenta que esta carta a los Hebreos es escrita a aquellos creyentes
que estaban en la dispersión para animarlos en su lejanía y persecución.
Tenemos suficiente
evidencia para asentar que la frase “por fe y para fe”, nos habla de un
comienzo por fe y de una finalidad para fe. Muchos creyentes se quedan con
el por fe y dejan a un lado el para fe, esto es la vida en dependencia
de Dios de una forma cotidiana, esa gracia inmerecida que nos guía en la
obscuridad de este mundo.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
·
Pérez Millos, Samuel - Comentario
exegético al texto griego del NT - Romanos
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